Si hace poco hablábamos de los piercings y las alteraciones que causan en la salud oral, en este artículo de tu clínica dental de Jaén, Dr. Arturo Sánchez Colodro, vamos a ver qué consejos puede anotar el paciente para que estas alteraciones se minimicen o eviten en la medida de lo posible.
- Higiene: Se ha de limpiar el piercing cuidadosamente, sobre todo después de cada comida, toma de bebidas y al fumar. Cuando decimos limpiar cuidadosamente, es LIMPIAR CUIDADOSAMENTE, no basta con mojarlo o dejarlo en agua, utilizaremos jabón para desinfectar y acabar con posibles bacterias.
- Evitar el juego o tocamiento del piercing: Normalmente, cuando un cuerpo extraño entra en contacto con nuestro cuerpo, tendemos a juguetear con él. Tenemos que evitar ese movimiento del piercing hasta que no se haya cicatrizado totalmente la herida.
- Utilización de colutorio con clorhexidina: Como antiséptico para cuidar la herida justo después de la inserción. No es recomendable utilizar los enjuagues habituales de uso diario hasta que la herida no esté totalmente cicatrizada.
- Evitar el consumo de tabaco, alcohol y grasas: Esto servirá para acelerar los procesos de cicatrización.
Incluso siguiendo estos consejos, hay posibilidad de que aparezcan alteraciones, enrojecimiento o molestias en la zona del piercing. En ese caso, hay que retirarlo, acudir al odontólogo o dentista y utilizar gel bioadhesivo de clorhexidina junto a algún antiinflamatorio sistémico. Si la infección es grave, se recomienda terapia antibiótica.
En el caso de atletas portadores de piercings orales, se recomienda la utilización de protectores bucales para evitar lesiones o traumatismos.
Además, en cualquier caso, se recomienda la visita periódica al odontólogo o dentista para evaluar si los tejidos periodontales sufren algún tipo de afección.