Cada vez son más los pacientes con piercings que visitan las consultas odontológicas. Pese a que la Academia Dental Americana (ADA) se ha posicionado contraria a esta práctica por los riesgos que supone para los tejidos periodontales, se trata de una costumbre muy antigua de diferentes culturas y que sigue muy de moda. Las personas que llevan piercings, especialmente en la zona de la lengua, labios y boca, deberían realizar un control más exhaustivo de su salud oral.
Vamos a hablar de las posibles alteraciones causadas por piercings orales:
- Recesión gingivial: Existen diferentes tipos de recesiones gingiviales dependiendo del lugar de inserción del piercing. Un piercing lingual suele provocar recesiones en la cara lingual de los incisivos antero posteriores. Un piercing insertado en el labio inferior causará la recesión en la cara vestibular de los incisivos inferiores. Estas recesiones suelen aparecer entre los 6 meses y 2 años desde la colocación del piercing.
- Infecciones: Si no se emplean las medidas higiénicas adecuadas y no se trabaja en un medio estéril, pueden producirse infecciones locales que pueden incluso llegar al torrente sanguíneo y diseminarse a otros órganos. Estas infecciones pueden ser letales como la hepatitis B y el VIH. Los piercings en la boca y en la lengua son de alto riesgo por sus características especiales.
- Traumatismos: Los piercings tienen un alto riesgo de engancharse y ser arrancados (sobre todo los de los labios y la lengua). En el caso del piercing en la lenguam es especialmente peligroso porque el traumatismo puede ocasionar pérdida del sentido del gusto, del tacto, disminución de la capacidad de hablar y deformidades, así como, gran dolor debido a la formación de hematomas que pueden llegar a encapsularse e infectarse.
- Cicatrices queloides: Son cicatrices hipertróficas, abultadas y fibrosas. Son tumoraciones grandes y rojizas (aunque luego se vuelven del color de la piel) y dolorosas al tacto. Aunque no son precancerosas si que son antiestéticas y removerlas quirúrgicamente no es posible.
- Hipersalivación: La presencia de un cuerpo extraño en la cavidad oral puede llegar a producir una hipersalivación que puede resultar muy incómoda y molesta para el sujeto. Esta alteración la sufren más del 60% de los portadores de piercings intraorales.
- Fisuras y fracturas dentales: Suele ocurrir con los piercings intraorales al crearse el hábito de empujarlo contra el diente, ocasionando pequeñas fracturas o fisuras del esmalte dental, dando lugar a aparición de hipersensibilidad dental. Está descrito que el 80% de los portadores de piercingss intraorales sufren algún tipo de pérdida de estructura dentaria.
Estos son algunos de los problemas que puede ocasionar la colocación de un piercing y no llevar un correcto control de la salud bucal. La mayoría de ellos pueden evitarse o paliarse visitando a tu odontólogo o dentista y atendiendo a su consejo. Como siempre, te invitamos a pasar por nuestra clínica en Jaén para más información.