El enfoque actual de tratamiento en la odontología conservadora es la realización de tratamientos mínimamente invasivos, conservando la mayor parte de tejido dentario. Esto ha sido gracias al desarrollo y mejora de los materiales y protocolos adhesivos, así como a la mejora en los procedimientos técnicos de preparación dentaria.
La tendencia actual en la rehabilitación oral general y restauración dentaria parcial es la realización de restauraciones indirectas adhesivas, también conocidas como “incrustaciones”. El objetivo de las restauraciones directas (empastes y reconstrucciones) y las restauraciones indirectas (incrustaciones) es restaurar la estética y la función de la pieza dañada con el fin de reforzar y proteger la estructura dental remanente.
Las restauraciones parciales indirectas pueden ser de dos tipos: cerámica o composite. Estas restauraciones se colocan en las piezas dentarias previamente preparadas acorde al diseño necesario para este tipo de tratamientos y se cementan a la estructura dental siguiendo unos protocolos adhesivos muy minuciosos.
Las restauraciones indirectas además presentan grandes ventajas con respecto a los procedimientos convencionales de restauración ya que aumentan la resistencia mecánica y resistencia al desgaste, sobretodo en aquellos sectores posteriores (molares) que soportan grandes cargas durante la masticación. Además la confección de estas restauraciones se realiza en un laboratorio dental lo que permite mayor precisión en la función, estética y adaptación de la restauración a la pieza dental.
Las características de este tipo de restauraciones permiten mayor durabilidad de los tratamientos con resultados estéticos y funcionales a largo plazo. El objetivo de estas nuevas técnicas es alargar la vida de aquellos dientes o molares que por diferentes causas hayan perdido gran cantidad de estructura dentaria (caries, endodoncias, hipomineralización incisivo molar, fracturas…) . También permiten mejorar el pronóstico a largo plazo de las mismas, así como reducir las desventajas que presentan las restauraciones directas con el paso del tiempo (cambio de color, fracturas, filtraciones), lo que nos puede llevar a tener que cambiarlas cada cierto tiempo debilitando aún más nuestros dientes.